El 5
de mayo en mi blog escribía el artículo Alegría de vivir (primera parte)
y explicaba que envejecer es positivo, haciendo alusión a los comentarios
del actor y director de cine Clint Eastwood. El
secreto del envejecimiento para Eastwood es que debemos estar ocupados y no
dejar entrar al viejo. Terminaba el artículo haciendo referencia al último
libro de Adela Cortina (2022) Ética cosmopolita y a un artículo que
publicaba titulado “Desenmascarar la gerontofobia” que se refiere a la
“prevención, el temor, la aversión o el desprecio hacia los ancianos.” Dejaba
en el aire la pregunta: ¿Es posible que se esté dando ese desprecio a los
ancianos y a las ancianas? La respuesta sin ningún género de duda es que sí se está
produciendo el desprecio y maltrato.
El
15 de junio se celebra el día mundial de Toma de conciencia del Abuso y
Maltrato en la Vejez. El lema para las Naciones Unidas este año es “Cerrar
el círculo: Abordar la violencia de género en las respuestas basadas en políticas,
leyes y evidencias para la vejez”. Esta conmemoración, explican desde la
Naciones Unidas, que va a proporcionar actualizaciones sobre como cerrar el
círculo, tenido en cuenta las “políticas” a través de los resultados de la
cuarta revisión y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre
el Envejecimiento. Se pretende por tanto “abordar la violencia de género en la
vejez: políticas, leyes y respuestas de base empírica” que se trataran en la
sede de las Naciones unidas en Nueva York ese mismo día.
La
Organización Mundial de la Salud, publicó recientemente Combatir el maltrato
de las personas mayores: Cinco prioridades para la Década de las Naciones Unidas
del Envejecimiento Saludable (2021–2030). En esta publicación (2022) colaboraron
el Departamento de Asuntos Económicos-Sociales y la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; así como el Fondo
de Población de las Naciones Unidas, ONU MUJERES y contaron con el apoyo de la
Red Internacional para la Prevención del Maltrato a las Personas Mayores. Esta
participación numerosa de organismos internaciones sobre el tema es prueba
suficiente para darnos cuenta de que es sumamente importe lo que se está
tratando en estos momentos.
El documento de la OMS esboza cinco prioridades clave para prevenir y responder al maltrato de las personas mayores y, de este modo, contribuir a mejorar su salud, bienestar y dignidad: (1) Combatir el edadismo (forma de discriminación social por cuestión de edad que afecta a muchas personas mayores); (2) generar más y mejores datos sobre la prevalencia y los factores de riesgo y protección; (3) desarrollar y ampliar soluciones rentables; (4) realizar inversiones para abordar el problema; (5) y recaudar fondos para abordar el problema. La finalidad de este documento es presentar las prioridades para combatir el maltrato de las personas mayores de forma coordinada y estratégica en el marco de la Década.
La protección de nuestros ancianos y ancianas
En el documento de la OMS
(2022) constata que entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60
años o más aumente en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en
número a la juventud a nivel mundial. Este crecimiento será mayor y más rápido
en las regiones en vías de desarrollo; por tanto, requiere mayor atención a los
desafíos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los
derechos humanos.
El maltrato de las
personas mayores, se afirma en el documento de la OMS, es un problema social
que existe en los países en desarrollo y desarrollados. Por lo general, no se
notifica suficientemente en todo el mundo. A pesar de que se desconoce la
magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible.
Por este motivo, se hace hincapié en el documento que “este problema requiere
una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los
derechos de las personas de edad.”
Siguiendo los datos de la
OMS, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron
algún tipo de abuso en entornos comunitarios, las tasas de maltrato a personas
mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y
centros de atención de larga duración: 2 de cada 3 trabajadores de estas
instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año; las tasas
de maltrato a las personas de edad han aumentado durante la pandemia de
COVID-19; el maltrato de las personas mayores puede conllevar graves
lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas; se prevé
un aumento del problema por el envejecimiento de la población en
muchos países; y por último, se indica en el informe que la población mundial
de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos
2000 millones en 2050.
Como hemos indicado al
principio tratar el tema del envejecimiento, edadismo y la violencia contra las
personas mayores es sumamente importante y preocupante. Explica Cortina (2021) que
“llega un tiempo en el que poco a poco tienen que dejarse hacer, pasando de ser
agentes de sus vidas a pacientes de las acciones de otros. Es el tiempo de la dependencia.”
Que ese paso de dejar de hacer por dejarse hacer sea una
prioridad de cara a alcanzar una mayor esperanza de vida con calidad.
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