Punto de
partida
El Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000 reconoció la
importante función de la Educación, como elemento integrante de las políticas
económicas y sociales. Señalaba en su informe a la formación profesional de
alta calidad como un elemento integrante dentro de esa estrategia. Según la Declaración
de Copenhague en noviembre de 2002 la
ampliación de la Unión Europea abrió una nueva dimensión y proporcionó desafíos,
oportunidades y requisitos al mismo tiempo en el ámbito de la enseñanza y la
formación.