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jueves, 16 de diciembre de 2021

Congreso Internacional de Educación y Jóvenes en Dificultad Social en Transición a la Vida Adulta

 

"El Congreso está dirigido a académicos, profesionales y estudiantes del campo de la educación, la educación social, el trabajo social, la psicología, el derecho, la sociología y otras ciencias sociales, interesados en compartir conocimientos y experiencias sobre este ámbito."


           ENLACE:       https://canal.uned.es/series/6156b07eb6092313b16b0fb3


sábado, 20 de noviembre de 2021

La Cámara de Senadores de la República del Paraguay reconoce a la Escuela Taller de Asunción, por su gran aporte a la sociedad paraguaya

 Reconocimiento a la gran labor realizada por la Escuela Taller de Asunción


La Cámara de Senadores de la República del Paraguay reconoce a la Escuela Taller de Asunción, por su gran aporte a la sociedad paraguaya, así como la destacada labor de formación en oficios a jóvenes para la inserción laboral; su contribución en la conservación y restauración del patrimonio histórico y su ininterrumpida promoción de la inclusión social para la democracia y la paz en el país.
Recibió el reconocimiento su directora María Emilia Gonzales quien tiene muchos años laborando en beneficio de este proyecto y recalcó la importancia de la filosofía de las Escuelas Taller, capacitar a jóvenes de sectores vulnerables a través del Aprender Haciendo.

viernes, 27 de agosto de 2021

Unos días de agosto con mi hijo en Benasque recorriendo en los Pirineos: Lagos Batisielles, Escarpinosa, subida al ibón de Cregüeña; zona de la Besurta ascensión al Coll de Toro y su ibón. Magnífico recorrido, para continuar en otra ocasión. Feliz con Andrés
















miércoles, 19 de mayo de 2021

Nuestro Parque Central


Salir de casa hace años era una aventura, ahora la realidad es googleable, como dice el filósofo José Carlos Ruiz y “tienes la sensación de que el mundo es cercano, familiar y cognoscible”. Se ha perdido el factor asombro de manera que lo externo a nosotros se destensiona. Los viajes los preparamos antes de salir, sabemos dónde vamos a ir, qué vamos hacer, cuál va a ser nuestro recorrido y hasta casi qué vamos a comer y otras cosas más. Como dice Brandrillard se pierde a veces hasta la ilusión, “el asombro por un exceso de realidad”.

El ciberviaje, afirma Ruiz, es “el preparativo que nos apacigua la ansiedad previa de la marcha”. Ahora, con el Covid a la vuelta de la esquina, enemigo público número uno, más que nunca se cumple ese axioma. Por sino han hecho la prueba pueden hacerla y verán cómo tan solo con los preparativos de ese viaje googleable efectivamente calmará nuestra ansiedad de salir de la rutina. Ahora bien, ya lo tenemos todo preparado, dónde se queda el factor sorpresa, qué nos puede sorprender si lo llevamos todo atado y bien atado, sobre todo, como he dicho antes con la pandemia, a nuestro lado. ¿Han pensado en ello?

Para viajar y salir de nuestra rutina diaria, no hace falta tantos preparativos, ni para cambiar de aires o mejorar nuestro rostro con el atisbo de una sonrisa escondida entre nuestra mascarilla. Podemos salir y sonreír sin preparar nada, dejando atrás nuestra pesada a veces hiperactividad. En busca de que algo o alguien nos pueda sorprender gratamente. Me refiero a viajar a través de nuestro Parque Central, recientemente construido.

Esta mañana, mientras toma unas notas para una novela, me sorprendió un gato en lo alto de un árbol. No solo a mí, sino a cuantos pasaban por allí. No tardaron en fotografiar al felino porque recostado entre las ramas de aquel árbol nos observaba a todas aquellas personas que paseábamos. Aparecieron dos gatos más y anda que le costó bajar, raudo y veloz se fue tras ellos.

Una mañana o una tarde paseando por el Parque Central es una aventura, se los aseguro, eso sí, como dice el doctor Mario Alonso, practiquen el Mindfulness, la atención plena. Un buen y sano ejercicio que se puede ejercer viendo las flores, las plantas que se encuentran dentro del estanque con agua, cómo transcurre esa agua y se precipita en pequeñas cascadas acompañándonos mientras paseamos.

Les recuerdo que estamos en primavera y es toda una aventura observar la gran cantidad y variedad de flores, escuchar el sonido de los pájaros, oler el perfume que nos envuelve las rosas rojas, blancas y amarillas. También se puede prestar atención a quienes caminan, personas solas, en compañía, con sus perros, corriendo, haciendo ejercicio, practicando yoga, meditando, taichi, leyendo y escribiendo como hacemos algunos… o simplemente pensando en las musarañas. Los más pequeños corriendo jugando con el agua, observando las flores, algunas enormes que nos saludan desde lo alto de algunos de los árboles. 

El viaje al Parque Central, aunque lo hagas solo, no te encuentras solo, socializas con la mira y el ambiente que creamos entre todos y todas. La cuestión es que durante un rato podamos viajar dejando a tras ese universo de la hiperconexión, y dejar a un lado ese estado, como dice Bauman, en el que “convivimos con naturalidad con esa nueva dimensión híbrida que ha provocado que sustituyamos las relaciones por las conexiones”; de manera que, aunque sea un rato y a través de las mascarillas con la observación y las miradas socialicemos un poco más. 

 













domingo, 21 de marzo de 2021

LAS ESCUELAS-TALLER Y SU APORTACIÓN SOCIAL, ECONÓMICA Y CULTURAL EN EL HORIZONTE 2030

La formación de jóvenes desempleados y su inserción en el mercado laboral ha sido desde 1985 el principal objetivo de las Escuelas-Taller. Tras más de 30 años de funcionamiento, no solo en España, sino también en América latina, África e incluso Filipinas, siguen teniendo una notable importancia, puesto que constituyen una nuevamanera de intervención pública en las políticas de empleo al combinar en un mismoprograma medidas de formación con dispositivos de contratación de los jóvenes. Nuestrapropuesta es que las Escuelas-Taller tienen mucho que aportar al Horizonte 2030 dentrode las transformaciones sociales, económicas y culturales. Somos de la opinión de quehay que apostar por el primer empleo de los jóvenes y puede llevarse a cabo a través delas Escuelas-Taller. Queremos aportar soluciones, mediante un trabajo decente para losjóvenes y eficaz en el ámbito rural, en donde se está sufriendo una acelerada despoblación. Las Escuelas-Taller pueden ser un revulsivo social que acabe con este grave problema. El futuro del trabajo de las Escuelas-Taller, cuenta con la pasión de este programa, su capacidad para adaptarse a las personas, a los cambios sociales, económicos y culturales; así como a la innovación.

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sábado, 20 de febrero de 2021

El homo melancholicus

 


 




Las reflexiones de la filósofa holandesa Joke J. Hermsen en su libro La Melancolía en tiempos de incertidumbre (2019), son muy interesantes y apropiadas para estos tiempos; de modo que quisiera compartirlas con todos ustedes.

En un primer momento, cita a clásicos, como Platón, quien en su Fedro (370-360 a. C.) establecía una diferencia entre una forma “patológica” y una “privilegiada” de melancolía, definiendo la melancolía como una forma de locura, “a la cual debemos también nuestras mayores bendiciones, pues se nos concede por don divino”. Por su parte, Aristóteles en sus Problemas se preguntaba si había alguna relación entre melancolía y genialidad, utilizando el calificativo de melan chole que, aunque significa “bilis negra”, tiene la propiedad de inspirar ideas geniales.

En la Edad Media, Hermsen explica que “la melancolía se conocía como acedia, un ataque severo de aburrimiento y apatía que padecían sobre todo los monjes dedicados al estudio”. En este mismo sentido, Tomas de Aquino (1225-1274) la denominó “dolor mundano”.

El aspecto positivo de la melancolía tuvo que esperar hasta el Renacimiento con Dante y Petrarca. Según Ficino (2008), el spiritus, sustancia inspiradora, vino a ocupar el lugar de Dios y el hombre creyente tuvo que dar paso al hombre creador: “Comenzaron a florecer las artes, que durante la Edad Media habían tenido la consideración de oficios”.

La filósofa holandesa hace referencia, de forma muy acertada en mi opinión, a las recomendaciones que, en el siglo XVII en Anatomía de la melancolía hacia Burton, para combatir la forma patológica de la melancolía: comida sana, suficiente descanso, buena música, poesía y arte. Además, Burton incluía “tener un trabajo en el que nos sintamos útiles y podamos realizarnos como personas”. Seguro que más de una persona se ha sentido identificada con esta afirmación.

Hermsen señala que en la actualidad se relaciona la melancolía con la “depresión”, la tristeza, el abatimiento o el aburrimiento. En líneas generales coincide esta situación con la que diagnosticaban los médicos de la Antigüedad clásica.

Esta filósofa afirma que “hemos perdido de vista la dualidad de los estados de ánimo sombríos y, en concreto, el lado positivo de los mismos. La depresión es una enfermedad mental que hay que combatir con medicamentos”. Además, añade que la melancolía se asocia a la “enfermedad de los intelectuales” y que los científicos Barlaeus y Linneo denominaban “angustia del corazón”.

Según Hermsen, el homo melancholicus es una “persona consciente de las pérdidas, la soledad y la transitoriedad de la vida que trata de convertir dichas nociones en reflexión, autoconciencia y creatividad o, por el contrario, intenta ahuyentarlas concentrándose en el poder, lo material y las distracciones”. Creo que muchos de nosotros nos podemos identificar con ese homo descrito por la filósofa holandesa.

Por último, la autora nos indica que debemos “aprender a tener esperanza, fuera de los límites del arte y la educación, para evitar que nuestra melancolía derive hacia la amargura, el miedo, la pesadumbre y la xenofobia”. Una educación que debe orientarse, en su opinión, “hacia la capacidad de amar al prójimo y al mundo, por un lado, y la creatividad para gestar lo inesperado por otro, que es el aspecto en torno al cual gira este ensayo”.