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lunes, 19 de marzo de 2012

Elecciones andaluzas y la manipulación



Esta mañana leía en el diario El País el siguiente titular en la primera página: “El descalabro del PSOE otorga al PP mayoría absoluta en Andalucía”. Me acordé de lo que decía Ignacio Ramonet en su libro Cómo nos venden la moto, sobre la manipulación de los medios informativos que juegan un papel importantísimo porque tiende a confundir. Por medio de las encuestas decía Ramonet, profesor de la Sorbona en Paris, que “los sondeos establecen una nueva forma de condicionamiento que nos influye sin hacerse notar, al recordarnos constantemente el deseo de la mayoría, nos sugiere que vayamos en la misma dirección”.
En primera página dice este diario: “El PP ampliará el próximo domingo su enorme poder en España.” Me da la impresión de que no hace falta que los andaluces vayan a votar. Si ya está claro que va a ganar el partido popular. Los datos de las encuestas y los medios de comunicación lo están diciendo por todas partes. 
Otra vez más, esta situación me recuerda las diez estrategias que Noam Chomsky describe con tanto acierto en su libro sobre la manipulación mediática. Día tras día, desde hace bastante tiempo, nos han estado diciendo por todos los medios, sobre todo por la televisión, que las elecciones en Andalucía las va a ganar el partido popular. Esto no es nuevo. Están dando pista a los indecisos. ¿Eso no es una manipulación?

Autoculpabilidad

La novena de las Estrategias de Manipulación Mediática del lingüista Noam Chomsky hace referencia a la autoculpabilidad. Sin querer evitarlo me recuerda los sermones de los sacerdotes que invitan a la redención, a liberarnos del pecado con la oración…. Se entiende por redimir, del latín redímere, del prefijo re-, de nuevo y émere, comprar: volver a adquirir algo que se había perdido. Chomsky nos indica en esta estrategia que se le hace creer al individuo que es solamente él el culpable por su desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos.

Es increíble cómo nos manipulan: manteniendo al ciudadano en la ignorancia y mediocridad (Estrategia de manipulación número siete de Chomsky); utilizando un lenguaje con argumentos y entonación particularmente infantil (Estrategia de manipulación número cinco) al que añadiremos la autoculpabilidad, de manera que nos sintamos culpables de nuestra propia ignorancia, de algo que han promovido otros.

¿A quién beneficia estas estrategias? Está claro, a aquellos que ciegamente siguen una política neoliberal.

El individuo- dice Chomsky- en vez de rebelarse contra el sistema económico, se autodesvalida y se culpa a sí mismo de la situación. Al final, se le genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y claro…sin acción no hay revolución. Con la hábil utilización de la estrategia de la autoculpabilidad evitas que el ciudadano se rebele.

Una vez más la política neoliberal, la del pensamiento único, tras la caída del muro de Berlín, utiliza la estrategia de la manipulación de la autoculpabilidad para que creamos que nosotros somos los culpables y, por ello, hemos de recibir el castigo: recortes presupuestarios y reformas laborales brutales, y para colmo, con sumo agrado, entonaremos el mea culpa….otra vez santificado por nuestro Credo.

Con todo lo expuesto anteriormente, Chomsky nos conduce a la última de las estrategias, la que hace referencia al conocimiento de los individuos. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo de lo que el mismo se conoce a sí mismo, por lo que ejerce un control mayor y un gran poder sobre todos los individuos, mayor que el que pueden ejercer sobre ellos mismos.

Para terminar estas reflexiones, Borja Vilaseca en su libro El Principito se pone la corbata, hace unos comentarios interesantes sobre la confianza en uno mismo, que vienen muy bien ya que podrían ir dirigidos a los ciudadanos andaluces que todavía no tienen claro su voto, es decir, a los indecisos: Cuando no sabes quién eres ni qué quieres, eres esclavo de tu propia baja autoestima e inseguridad. Esta falta de confianza te lleva a pensar y a hacer lo que piensan y hacen todos los demás. ¡Y pobre de ti como te separes del rebaño!

De ahí que en la sociedad occidental actual ser uno mismo sea un acto revolucionario.

2 comentarios:

  1. Hola Antonio. Quizás no me recuerdes. Fuimos compañeros en un curso en Cartagena y, posteriormente, coincidimos en Málaga, en una charla sobre los proyectos europeos.
    Por causalidad he encontrado este blog tuyo y me ha alegrado verlo.
    Comentarte que los andaluces sí que hemos ido a votar a pesar de las encuestas, pronósticos, etc. Quizás en menor medida que en otras ocasiones.
    Ya tenemos los resultados y lo que las/os andaluzas/ces hemos decidido. Todo sea por el bien de esta nuestra y vuestra preciosa tierra.
    Viva Andalucía y viva vàlencia.
    Saludos.
    José Luis Ruz Camacho

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  2. Me alegro Jose Luis.
    al final un resultado aceptable en Andalucía. No hay mayoría popular y sí un toque importante al partido en el gobierno durante tantos años para que se de cuenta que hay cosas que debe cambiar y mejorar.

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