Vistas de página en total

miércoles, 1 de febrero de 2012

Los aspectos emocionales en las estrategias de manipulación

La quinta de las estrategias de la manipulación a través de los medios del lingüista Noam Chomsky, es la de dirigirse al público como criaturas de poca edad. Tiene sentido lo que dice Chomsky ya que si “uno se dirige a una persona como si tuviese la edad de 12 años o menos, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad” El engaño se presta mucho con mensajes sencillos y claros, como el “vamos hacer lo que tenemos que hacer” “soy consciente de que hay decisiones que no le gustarán a mucha gente”……vamos a trabajar..hacemos los deberes. Faltaría decir tan solo: como dios manda. 
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación, señala Chomsky, particularmente infantil, como si el espectador fuera el más débil de los débiles, incapaz de tomar decisiones. De esa misma manera, en vez de vender una lavadora, venden un discurso y detrás una reforma laboral, por ejemplo: Como nosotros vamos a hacer lo que hay que hacer y teniendo en cuenta que los empresarios y los sindicatos no se han puesto de acuerdo y los ciudadanos han deposita mayoritariamente la confianza en nosotros, vamos hacer la reforma que corresponde…..nosotros hacemos bien las cosas. …Algo más o menos así sería el discurso político. 

La inclinación en aplicar un tono más bien infantil en el mensaje pero con mayor intensidad, va a depender señala Chomsky de la envergadura de lo que se quiera engañar. Cuando un niño está haciendo algo mal la reprimenda inmediata, lo primero que le dices es: estate quieto, déjalo ya de una vez…. Retirarlo del lugar en donde está la criatura…Pues eso mismo es lo que hacían en la oposición nuestro gobierno popular: ¡Váyase señor González…señor Zapatero…!..Se está portando mal…nos está llevando a la ruina…es un barco que se hunde. 

Y digo todo esto porque liga muy bien con la estrategia número seis que trata de la utilización del aspecto emocional, como apunta Chomsy, más que el reflexivo: “hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional y finalmente al sentido crítico de los individuos”. Si tuviéramos que hacer un análisis y una reflexión seria y en profundidad de todos los programas basura de la televisión, Realty show, como por ejemplo el que fue Gran Hermano, si tuviéramos que hacer una profunda reflexión, dejando de lado los aspectos emocionales… ¿Qué nos quedaría, qué tiene ese programa de interesante para el ciudadano, que le puede aportar al intelecto? Este lenguaje perverso puesto en manos de los políticos hace mucho daño y mucho beneficio a quien lo utiliza. Por ejemplo, la noticia de hoy mismo sobre la puesta en marcha de la utilización de la figura de los notarios en los asuntos de trámites de separación y divorcios. Un tema tan delicado como el matrimonio, las relaciones entre pareja, es manipulado para que se de la aprobación ciudadana, pues va a permitir que muchas personas solucionen un problema burocrático rápidamente, en principio. Cuando ese problema se podía solucionar desde dentro de la administración, bien redistribuyendo las tareas o contratando con el coste de un notario a más de un joven para agilizar la tramitación de expedientes al tiempo que adquirir experiencia, por ejemplo.

Al mismo tiempo la utilización del registro emocional, como expresa el lingüista Noam Chomsky, permite “abrir la puerta de acceso al consciente para implantar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones o inducir comportamientos” En este punto tiene mucho que ver la religión. ! Con Iglesia hemos topado, verdad ¡ Lo voy a dejar en este punto para reflexionar y retomarlo mas adelante.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias con esta publicación, me has solucionado un problema que tenia de un trabajo sobre Noam Chomsky.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. De nada Enrique, me alegro que te sirviera.
    Un saludo.

    ResponderEliminar