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martes, 20 de junio de 2023

Día Mundial de los Refugiados y Refugiadas



El 20 de junio se celebra el día Mundial de los refugiados y de las refugiadas. Un tema que apenas se habla en los medios de comunicación y cuando se hace es para anunciar una desgracia, el hundimiento de una patera, desaparecidos y las pocas ayudas que han recibido las personas que se encontraban en el lugar del suceso; tanto se desplacen por tierra como por mar. La muerte rondando en el mar, en los trenes y en los caminos. Sin embargo, en estos momentos hay que hablar más que nunca, porque el azote de la extrema de derecha en Europa tiene muy claro su postura sobre el tema y España no está exenta por el incremento de VOX en ayuntamientos y autonomía. En Andalucía hace poco se rechazaba acoger refugiados o niños de la guerra de Ucrania. Por tanto, hay que hablar del tema.

Según Amnistía Internacional, hay 26 millones de personas refugiadas en todo el mundo. Ese movimiento de personas provoca que mucha gente se siente agobiada por la cifra y considere a quienes se mueven a través de las fronteras como una crisis global. Sin embargo, para la ONG “el problema no son las personas, sino las causas que empujan a familias e individuos a cruzar fronteras y las formas miopes y poco realistas en que responden los políticos a ellas.” Estoy totalmente de acuerdo, cada ser humano tiene más de una identidad: “Refugiado”, “migrante” y “solicitante de asilo” que no reflejan toda la identidad de las mujeres, niñas, niños y hombres que han dejado su hogar para comenzar una nueva vida en otro país. No debemos olvidar que nos encontramos frente a “la mayor tragedia humanitaria desde al Segunda Guerra Mundial”, declaraba Sami Naïr (2016) en Refugiados frente a la catástrofe humanitaria, una solución real.  Han transcurrido siete años desde que Naïr hizo esa afirmación y cabe planteares si ha mejorado esa tragedia humanitaria o no ha mejorado. La respuesta es evidente por las cifras que no ha mejorado, tal vez empeorado. Los datos hablan por sí solos: Según la Organización Internacional para las Migraciones (ACNUR) hay en estos momentos cien millones de personas que se ven obligadas a desplazarse a causa de conflictos, persecuciones o desastres naturales, 26,3 millones de personas refugiadas en el mundo, mas de 50.000 personas fallecidas desde 2014 cuando migraban de un país a otro; y solo un 17 % de personas refugiadas acogidas por países de ingresos elevados. Estos datos son preocupantes porque detrás de esos datos hay personas, no debemos olvidarlo nunca, hay personas con nombres y apellidos. Personas que han tenido que abandonar su casa, su hogar, niños y niñas que han tenido que dejar atrás sus colegios, su vida porque se han visto amenazados por la guerra o simplemente por pensar de forma diferente sus padres o algún familiar. Son personas que proceden de determinado país o región, pertenecientes a un grupo que habla determinada lengua o comparte una cultura. Podríamos decir sin equivocarnos que nos encontraríamos con un docente, una médica, un artista, una apasionada fanática del deporte, un padre, una hermana, un hijo o una madre, etc. Como explica Amnistía Internacional, “la condición jurídica de una persona no puede expresar plenamente la identidad y la personalidad de una persona refugiada, solicitante de asilo o migrante.”

Un periodo turbulento

Como decía al principio de este artículo, en estos momentos se avecina un periodo turbulento e inseguro por el crecimiento de la extrema derecha en Europa y en concreto en España. Por eso, quiero hacer hincapié y recordar algunas cosas que publiqué hace 16 años en mi blog. Por ejemplo, el comentario que hacía en unas jornadas sobre Juventud en Albacete el profesor de Antropología Social, Carlos Giménez Romero, reflexionando en voz alta sobre el fenómeno de la migración. Giménez comentaba que no entendía, ni concebía España sin los inmigrantes, no le gustaba sin ellos. Llegado a ese punto, y reflexionando, comparto también esa idea del profesor. Es cierto, que cuando uno sale a la calle y utiliza para desplazarse el metro, por ejemplo, qué vacío estaría sin ellos, o simplemente pasear por tu Ciudad, me resultaría irreal. Una ciudadanía que se va configurando tan heterogénea y con tantos valores por descubrir y compartir.

Como decía en el libro del Viaje de Ana, historias de inmigración contadas por jóvenes (2002): “Emitir juicios sobre las personas por su origen, religión o cultura, sin haberlas conocido, es una forma cruel de discriminación”. En el libro le explicaba Ana a Karima que además de ser inmigrante (con esa connotación negativa) es muchas más cosas, soy mujer, licenciada en filología, soy joven, musulmana, me gusta leer…No puedes definirme solo por ser inmigrante porque si lo haces me están limitando”. Quiero recordar a Josep María Riera (2005), que explicaba que “la diversidad es la gran apuesta de las sociedades modernas y libres; la desigualad, el gran obstáculo para el bienestar del conjunto de la humanidad. Reconocer la diversidad y promover la igualdad es la razón de ser de una política de progreso.”

Por último, el día Mundial de los Refugiados y de las Refugiadas tiene que ser todos los días; porque todos los días hay personas que sufren el peligro si se quedan en su país; todos los días hay violencia, guerra, hambre y pobreza extrema; todos los días hay cambio climático o catástrofes naturales y las personas han de marcharse forzosamente o morir; y todos los días hay quien piensa que va a tener más oportunidades de encontrar trabajo en otro país porque tiene la formación o el capital necesario para encontrar oportunidades fuera. Hay muchas razones por las que la gente emprende un viaje para construir una vida en un nuevo país.


jueves, 15 de junio de 2023

Alegría de vivir (segunda parte): Toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez

 


El 5 de mayo en mi blog escribía el artículo Alegría de vivir (primera parte) y explicaba que envejecer es positivo, haciendo alusión a los comentarios del actor y director de cine Clint Eastwood. El secreto del envejecimiento para Eastwood es que debemos estar ocupados y no dejar entrar al viejo. Terminaba el artículo haciendo referencia al último libro de Adela Cortina (2022) Ética cosmopolita y a un artículo que publicaba titulado “Desenmascarar la gerontofobia” que se refiere a la “prevención, el temor, la aversión o el desprecio hacia los ancianos.” Dejaba en el aire la pregunta: ¿Es posible que se esté dando ese desprecio a los ancianos y a las ancianas? La respuesta sin ningún género de duda es que sí se está produciendo el desprecio y maltrato.

El 15 de junio se celebra el día mundial de Toma de conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. El lema para las Naciones Unidas este año es “Cerrar el círculo: Abordar la violencia de género en las respuestas basadas en políticas, leyes y evidencias para la vejez”. Esta conmemoración, explican desde la Naciones Unidas, que va a proporcionar actualizaciones sobre como cerrar el círculo, tenido en cuenta las “políticas” a través de los resultados de la cuarta revisión y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Se pretende por tanto “abordar la violencia de género en la vejez: políticas, leyes y respuestas de base empírica” que se trataran en la sede de las Naciones unidas en Nueva York ese mismo día.

La Organización Mundial de la Salud, publicó recientemente Combatir el maltrato de las personas mayores: Cinco prioridades para la Década de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable (2021–2030). En esta publicación (2022) colaboraron el Departamento de Asuntos Económicos-Sociales y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; así como el Fondo de Población de las Naciones Unidas, ONU MUJERES y contaron con el apoyo de la Red Internacional para la Prevención del Maltrato a las Personas Mayores. Esta participación numerosa de organismos internaciones sobre el tema es prueba suficiente para darnos cuenta de que es sumamente importe lo que se está tratando en estos momentos.

El documento de la OMS esboza cinco prioridades clave para prevenir y responder al maltrato de las personas mayores y, de este modo, contribuir a mejorar su salud, bienestar y dignidad: (1) Combatir el edadismo (forma de discriminación social por cuestión de edad que afecta a muchas personas mayores); (2) generar más y mejores datos sobre la prevalencia y los factores de riesgo y protección; (3) desarrollar y ampliar soluciones rentables; (4) realizar inversiones para abordar el problema; (5) y recaudar fondos para abordar el problema. La finalidad de este documento es presentar las prioridades para combatir el maltrato de las personas mayores de forma coordinada y estratégica en el marco de la Década.

La protección de nuestros ancianos y ancianas

En el documento de la OMS (2022) constata que entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60 años o más aumente en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial. Este crecimiento será mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo; por tanto, requiere mayor atención a los desafíos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.

El maltrato de las personas mayores, se afirma en el documento de la OMS, es un problema social que existe en los países en desarrollo y desarrollados. Por lo general, no se notifica suficientemente en todo el mundo. A pesar de que se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, se hace hincapié en el documento que “este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.”

Siguiendo los datos de la OMS, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios, las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración: 2 de cada 3 trabajadores de estas instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año; las tasas de maltrato a las personas de edad han aumentado durante la pandemia de COVID-19; el maltrato de las personas mayores puede conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas; se prevé un aumento del problema por el envejecimiento de la población en muchos países; y por último, se indica en el informe que la población mundial de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.

Como hemos indicado al principio tratar el tema del envejecimiento, edadismo y la violencia contra las personas mayores es sumamente importante y preocupante. Explica Cortina (2021) que “llega un tiempo en el que poco a poco tienen que dejarse hacer, pasando de ser agentes de sus vidas a pacientes de las acciones de otros. Es el tiempo de la dependencia.” Que ese paso de dejar de hacer por dejarse hacer sea una prioridad de cara a alcanzar una mayor esperanza de vida con calidad.  


lunes, 5 de junio de 2023

Cogito ergo sum (Pienso, luego existo)

 

El 15 de febrero de 2012, hace poco más de diez años, publicaba en este mismo medio un artículo que se titulaba Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. En este artículo mencionaba al lingüista y filósofo Noam Chomsky y a su lista de las 10 estrategias de Manipulación Mediática y, en particular, a la estrategia sobre la ignorancia y la mediocridad.

Después de darle vueltas a los últimos resultados electorales de las municipales y autonómicas, recurro a este artículo para volver a hacer hincapié en alguna de las ideas propuestas. Hoy, no va a ser un artículo en clave de “soy de izquierdas o soy de derechas” porque me interesa resaltar el por qué suceden los hechos y que cada cual bregue con lo suyo. Es un artículo dirigido al ciudadano con toda la humildad del mundo para que analice y piense lo que le dé la real gana, comparta o no mis pensamientos. 

Como sostenía Baltasar Gracián (ilustre pensador del S. XVII), “un hombre sin conocimientos es un mundo a oscuras” (El Arte de la Prudencia), es decir, un hombre o una mujer. En pleno siglo XXI, este pensador sigue teniendo toda la razón del mundo. En la actualidad, la humanidad tiene acceso a mucha información, más que nunca desde que existe. Pero, más que nunca, esta información se presta a la manipulación tanto en cantidad como en calidad y sofisticación. Por una parte, tenemos más información, pero por otra, hay más manipulación, así que hemos de hacer pausas para pensar y analizar. Por ejemplo, ¿Cuántos de vosotros y de vosotras habéis leído los programas de los partidos políticos de las pasadas elecciones? Tal vez una lectura de los programas de al menos 3 o 4 partidos, es decir, de quince a veinte minutos, habría sido suficiente para enterarse de sus proyectos para la ciudadanía.

Según M.ª Ángeles Quesada en su libro La virtud de Pensar (2022), “es más difícil pararse a pensar”. Seguro que compartimos estas palabras. ¿Cuánto tiempo tenemos para pensar si no paramos en todo el día? Es una buena pregunta. Pero hay que tener en cuenta que pensar es una facultad que “nos permite procesar, ordenar y valorar la información que nos llega” (Quesada). En todo momento nos llega información así que pensar es como respirar. Pero ¿sabemos el origen o la fuente de la información que nos llega? Esta es la cuestión. No debemos olvidar las palabras de Descartes: Cogito ergo sum (Pienso, luego existo), es decir, la importancia de pensar para no ser manipulados. De lo contrario, el no pensar, el no reflexionar, nos deja en manos de los manipuladores, quienes, según Chomsky, solo persiguen “mantener al público en la ignorancia y la mediocridad”. ¿Qué pretenden los manipuladores? Que el ciudadano cuánto más ignorante sea, mejor que mejor, cuánto menos se entere de lo que está ocurriendo, mejor para quienes manipulan las finanzas y utilizan el poder político para enriquecerse, ellos y los suyos. A este respecto, Jon Lancherter (2011) afirmaba que “los bancos fueron una increíble fuente de ganancia porque incurrían en apuestas mayores, más arriesgadas, metiendo más dinero sobre la ruleta”. Esto ocurrió durante la crisis financiera que estalló en 2008 tras el derrumbe de las hipotecas subprime. ¿Recuerdan esta crisis? Nadie se fiaba de nadie, porque nadie es de fiar. Mantener la ignorancia y la mediocridad es el mantra de la manipulación mediática. Cuánto menos sepa el ciudadano, mejor.

Pero hay todavía más. Noam Chomsky advierte que a través de la Educación se puede manipular malvadamente a las clases sociales más bajas. Considera que la educación que se da a las clases sociales inferiores es pobre y mediocre, de tal manera que “la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”. Qué mejor manera para llevar a cabo las malévolas estrategias que ir quitando protagonismo a lo público a favor de lo privado. El que quiera estudiar, el que quiera formarse…. que se lo pague. La política neoconservadora es arrolladora y mezquina porque beneficia a una clase determinada. En la Sanidad ocurrirá otro tanto, si se deja de invertir en el sistema sanitario público. Debemos plantearnos si queremos una educación pública o privada, si queremos una salud pública o privada.

La mediocridad

Por último, quería insistir sobre la estrategia de la manipulación que, según Chomsky, trata de estimular al público a ser complaciente con la mediocridad, es decir, está de moda ser mediocre, vulgar, estúpido e inculto. ¿Cuántas veces se han sentado delante del televisor, la tableta o el móvil y han pensado que lo que ven no tiene sentido alguno? ¿Cuántas veces? ¿Y cuántas veces han apagado el televisor o el móvil y se han puesto a leer?  De tanto insistir a través de los medios se llega a pensar que ser mediocre es normal; que ser inculto y vulgar es totalmente normal; que pasar de todo lo que te rodea y acontece, es normal; que pasar de la política y de los políticos es normal. Todo es mediocre, por tanto, si soy mediocre eso es normal también.

Mayor Zaragoza, exdirector general de la Unesco y presidente de la Fundación Cultural de la Paz, explicaba en un artículo publicado recientemente en El País que “lo más peligroso de la inacción es que se extiende la impresión de que las cosas son como son, de forma inexorable, como el propio destino. Y se reduce y atenúa la facultad creadora distintiva de la especie humana”.

No debemos dejar que nos manipulen y nos anulen. Debemos tomar las riendas de nuestras vidas y de nuestras decisiones leyendo, debatiendo y contrastando.