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domingo, 29 de abril de 2007

La transición escuela trabajo en Alemania y España


EL PUNTO DE PARTIDA
El consejo europeo de Lisboa de marzo de 2000 reconoció la importante función de la educación, como elemento integrante de las políticas económicas y sociales. Y señalaban a la formación profesional de alta calidad como un elemento integrante dentro de esta estrategia. La ampliación de la unión europea abre una nueva dimensión y desafíos, oportunidades y requisitos al mismo tiempo en el ámbito de la enseñanza y la formación, según la declaración de Copenhague en noviembre de 2002. El punto de partida podemos situarlo en los gremios del siglo XII, asociaciones que reunían a quienes trabajaban en la misma profesión u oficio dentro de una ciudad o villa. Los gremios desempeñaron una función política y económica de gran importancia. Sin entrar en detalles, señalamos que bajo el sistema gremial se estableció una jerarquía estricta por toda Europa: Aprendices, oficiales, maestros. El título de maestro es la única prueba escrita de competencia profesional, mientras que los “certificados de aprendizaje”, confirmaban haber aprobado la primera fase formativa. Los aprendices tenían que someterse a un periodo de prueba de varias semanas de duración. Las familias pagaban una tasa al maestro por la comida y el alojamiento de aprendices. El aprendizaje duraba generalmente entre dos y cuatro años o incluso mas en algunas profesiones muy especializadas. El periodo de aprendizaje finalizaba con un examen. Los aprendices vivían y trabajan con las familias de sus maestros. Ayudaban desde el amanecer hasta el ocaso en el taller y realizaban la mayoría de las labores pesadas. A través de la observación y con tiempo de por medio, estos aprendices y siempre bajo al estricta supervisión de los oficiales, terminaban aprendiendo las competencias básicas de la profesión.

Además de las destrezas propias del oficio se incluía la diligencia, la obediencia incondicional y su subordinación a las reglas vigentes en el gremio. En los siglos XVIII y XIX el sistema gremial perdió gran parte de su importancia en Europa. La doctrina económica liberal, consideraba el sistema tradicional de los gremios un obstáculo a la competición sin trabas y una rémora al libre comercio.

El tránsito de la escuela al trabajo: Los casos aleman y español, desde una perspectiva comparada.

Desde una perspectiva comparada podemos señalar que los diferentes tipos de formación profesional en Europa tienen su origen en: La abolición del sistema gremial, debido a los vuelcos políticos, los diferentes ritmos de industrialización en los diversos países; y la influencia de movimientos políticos filosóficos, culturales y religiosos. Hacia mitad del siglo XX, tres modelos básicos de formación profesional se habían ya desarrollado en Europa: Modelo liberal de mercado (Gran Bretaña), modelo regulado por el Estado( Francia), y el modelo corporativo y dual (Alemania).En Alemania y a finales del siglo XIX, las industrias eléctricas, químicas y automovilística cobraron gran importancia.
La libertad de empleo comenzó a extenderse a partir de 1881 y los gremios prácticamente quedaron desmantelados. La situación no duró mucho tiempo: la formación artesanal tradicional fue reinstaurada legalmente en 1897. Durante el siglo XIX, los aprendices solían asistir a “escuelas de perfeccionamiento”por las tardes o los domingos.A finales del XIX estas escuelas se transformaron en “escuelas profesionales”; en donde además de una formación estrictamente profesional, enseñaban también a sus alumnos capacidades cívicas. Una evolución similar se produjo también en Austria, cuyo sistema de formación profesional es muy semejante al alemán.
En la actualidad el aprendizaje en Alemania sigue compuesto, por ambos elementos: una formación en el trabajo y en la escuela profesional. Por ese motivo este sistema formativo recibe el nombre de “sistema dual”. En el caso de los Países Bajos, mencionar las “ambachtscholen”, las escuelas profesionales, que el Estado puso en marcha a finales del siglo XIX y principios del XX, aunque su desarrollo está marcado bien entrado el siglo XX, como autenticas escuelas profesionales. Las clases constituían una alternativa genuina al aprendizaje. El objetivo exclusivo a la vez práctico y teórico era formar al alumno para el empleo. En estos términos, se plasmó en el año 85 en España lo que serían las Escuelas Taller, un Programa del Ministerio de Trabajo en donde el joven aprende un oficio.Por ultimo, resaltar el papel que viene desempeñando desde el 10 de febrero de 1975 el llamado Centro Europeo para el Desarrollo de la formación Profesional, abreviado como el Cedefop, con sede el Berlín oeste. La colaboración en el ámbito de la formación profesional se estrechó aun más a mediados del decenio de 1980. Junto a los “programas de acción” individuales. Un ejemplo es el programa de acción comunitaria “Leonardo da Vinci”.

El caso alemán: entre la escuela y la empresa

Como señala el profesor Worlf-Dietrich de la Universidad técnica de Berlín, “ la transición de la escuela al mundo activo y profesional es muy distinta en Alemania y Gran Bretaña”. La versión más característica de lo que se conoce como modelo continental típico se atribuye a Alemania, que como veremos no tiene nada que ver con España. Del modelo dual-corporativo, como se conoce también al modelo alemán de formación profesional, nos parecen interesantes destacar algunos aspectos, para adentrarse en el estudio de la transición de los jóvenes de la escuela al mundo laboral: Los sistemas de formación profesional se encuentran en buena medida separados del sector de la educación general, las empresas constituyen el lugar formativo primario, el joven firma un contrato formativo privado con una empresa, y al mismo tiempo asiste a la escuela de formación profesional; los empresarios, sindicatos y organismos estatales son los que deciden los perfiles profesionales ratificados por medio de un decreto del parlamento. 

El caso español: Aprender trabajando

El Programa de las Escuelas Taller, es una de las vías que en España los jóvenes, sobre todo los menos cualificados, están utilizando como tránsito de la escuela al mundo laboral. Un Programa que ha sido presentado en la Comisión europea de empleo, como una buena práctica en el tratamiento del joven en exclusión social.El Programa nació para dar respuesta a unas altas tasas de desempleo de jóvenes con bajos niveles formativos y graves problemas no sólo de inserción laboral sino también de integración social. Para ello se aprovechó, por un lado, la existencia de maestros artesanos de oficios en trance de desaparición, empleándolos como formadores; y por otro, la de un riquísimo patrimonio histórico artístico nacional necesitado de acciones que detuvieran su deterioro, emprendiendo su rehabilitación. De este modo, además de formar y aportar experiencia a los jóvenes desempleados, se recuperaban viejos oficios y se acometía una tarea cultural de primer orden, proporcionando un valor añadido de autoestima e integración social en sus propias comunidades.En las Escuelas Taller y las Casas de Oficios se integran la formación, la experiencia y la información en técnicas de búsqueda de empleo y autoempleo; y en ellas se trabaja aprendiendo y se aprende trabajando en obras (rehabilitación de monumentos, medio ambiente, jardinería, etc.) y servicios a la comunidad (de atención a la tercera edad, guarderías, etc.) de utilidad pública o social. Cuando finalizan, los alumnos trabajadores que no han encontrado un empleo durante su desarrollo tienen ya una cualificación y una experiencia profesional en una profesión y saben cómo buscar un trabajo.
El objetivo de las Escuelas Taller y las Casas de Oficios es conseguir la inserción laboral de los alumnos, jóvenes desempleados menores de 25 años, a lo largo de su desarrollo o a su finalización. Para alcanzarla se pone a su disposición una serie de métodos o procedimientos, medios humanos e instrumentos de apoyo técnico, todos los cuales están precisamente encaminados a poder conseguir la colocación
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Las Escuelas Taller y los últimos 10 años

La evolución durante los últimos diez años ha sido para el Programa en España muy positiva, como se puede apreciar en la gráfica. Una evolución en general, que ha sido ascendente con algunas bruscas caídas sobre todo en el 95, remontándose y volviendo a bajar la participación a finales de siglo para volver de nuevo a subir y mantenerse en la actualidad. Por edades la participación de las mujeres aumenta proporcionalmente cuanto mayor es la edad, mientras que los hombres la tendencia es la misma que en los totales: Los porcentajes de participación disminuyen a medida que aumenta la edad excepto el segundo tramo. 

Conclusiones y comentarios al transito de la escuela al mundo laboral


Mientras que los jóvenes en Alemania están satisfechos de contar con una vía de tránsito de la escuela al mundo laboral (la formación profesional dual), no podemos decir lo mismo en España. Nuestros jóvenes no están satisfechos con la formación profesional, como vía adecuada para facilitar la inserción laboral. En este sentido, coincidimos con los datos de la encuesta del INE (ETEFIL-2005), que sobre una muestra de 45.100 jóvenes, nos está indicando que se debe incrementar el número de jóvenes que completan estudios postobligatorios, al tiempo que se debe mejorar la proporción de los que hacen formación profesional sobre los que estudian bachillerato o Universidad, así como elevar la formación continua. 

Los datos de la consultora Cairos Future

Estos últimos días los medios de comunicación, están señalando una noticia que he creído conveniente utilizarla una vez mas para tratar el tema de participación de los Jóvenes. La consultora sueca Cairos Future ha realizado un estudio sobre 22.000 jóvenes de 19 a 29 años y nos indican los siguientes datos:
- “Los jóvenes españoles son los que gozan de un mayor espíritu emprendedor en Europa.”


viernes, 13 de abril de 2007

La Juventud no solo baila...sino navega




Escucho una canción de Georges Moustaki, “Ma Liberté”, al tiempo que ojeo unos apuntes sobre la “Juventud en riesgo: condiciones de vida, experiencias juveniles y problemas sociales”. Una música que habla de la Libertad y unos apuntes que dicen eso de que la juventud ya no solo baila sino que también navega. La generación del “nintendo”, de esos jóvenes que se construyen su propia realidad; una realidad virtual a la medida, que no refleja para nada su propia vida. Unos jóvenes que reciben gran cantidad de información a través de la red y que muchos de ellos no saben siquiera que hacer con esa información. Pero hay que saber navegar-dicen- porque de lo contrario te quedas desfasado. Y no digamos a la hora de entrar en los chats. 

"La Educación debe ser primero humana y solo despues profesional..."

Corresponde a un pequeño fragmento que dedica John Dewey en el capítulo sobre la naturaleza de la materia de estudio en su libro "Democracia y educación". Colección Pedagogía de Raices de la memoria. 1920

La participación y la Juventud


Participar, según muestra la guía didáctica de educación para la participación, es en sentido estricto: “desarrollar una acción colectiva, y por tanto organizada en interés de terceros, orientada al bien común y a necesidades sociales”. Cuando se cumplen estas condiciones podemos hablar de participación social. Al mismo tiempo, se entiende como formas de participación social: La pertenencia a una asociación en determinadas condiciones, el voluntariado organizado, la pertenencia a un movimiento social, a un partido político o una organización sindical; incluso ser delegad@ de un aula o representante en el consejo escolar. 

¿Qué está sucediendo?

Algo está pasando, quizás un desinterés de la Juventud en tomar parte activa en la vida pública. El Informe Juventud 2004, nos señala que nuestros jóvenes están muy poco interesados en participar activamente en la política, se comprometen muy poco en las diferentes formas de participación activa en la vida social. "Los jóvenes están muy poco interesados en participar en la política activa, ellos prefieren formas alternativas de participación lejos de las formas tradicionales. Los jóvenes sienten la política como un tema ajeno a ellos, por lo tanto en lo que se refiere a participación política, los jóvenes -señala el informe Juventud 2004 - manifiestan una gran apatía. De tal modo que ni siquiera llegan al 10% los que tienen claramente un papel activo en la política” Reproducimos a continuación algunas respuestas que pensamos son interesantes de unas recientes entrevistas a unos jóvenes en relación a la participación en política: “ A mí la política- decía el joven-no me interesa...es muy falso, es lo que veo en la política, mucho prometer y menos que poco hacen..... no tienen información los jóvenes... Cuando votan, votan al partido que tienen sus padres.... Tiene que servir si no...alguien tiene que haber que dirija, no? Aunque después sea corrupto..”.

Nuevos modelos de participación


Esta baja participación no se veía refrendada por los resultados obtenidos en la consulta realizada a los jóvenes, en el ámbito europeo, con motivo de la elaboración del Libro Blanco de la Comisión de las Comunidades Europeas "Un nuevo impulso para la juventud europea" adoptado en el 2001. En ella, los/las jóvenes se consideran unos ciudadanos responsables y desean estar más asociados a la vida de la comunidad y pronunciarse sobre temas muy variados, transmiten su voluntad para participar activamente en la sociedad en la que viven, pero piensan que no se les proporciona ni los medios, ni los recursos adecuados para desempeñar un papel más activo. Por otra parte, constatamos, estos últimos años el surgimiento de nuevos modelos de participación: movimientos sociales, plataformas reivindicativas en torno a problemáticas concretas (guerra de Irak, movimientos antiglobalización, ecologistas, plataformas antiterroristas etc.) lo que nos viene a demostrar que los jóvenes sí tienen inquietudes, participan y se organizan. Pero, tal vez se alejen de los modelos tradicionales de participación, organizadas jerárquicamente y percibidas como burocratizadas.

La participación, una aparente paradoja,

Ahora bien, si por una parte se observa un descenso en la participación de los jóvenes en las asociaciones, sobre todo en las de carácter político y sindical; y por otra una preocupación por el mundo que les rodea y su problemática, cabe preguntarnos ¿Por qué no participan los jóvenes en estas organizaciones?. Las razones pueden ser múltiples. 

La emancipación de los jóvenes.


La gran mayoría de expertos coinciden y señalan en los informes (Juventud 2004, el reciente de la Universidad de Valencia) que la formación familiar actual se caracteriza en los países de Europa occidental por un retaso en la edad en la que los jóvenes abandonan el hogar de los padres para crear un grupo independiente. El retraso varía de un país a otro y depende de dos razones generales, en opinión de la profesora Teresa Jurado (Reis 103,2003): “Las expectativas y requisitos necesarios para acceder a una vivienda, y de las normas e instituciones que regulan la oferta y la demanda de vivienda en una Sociedad”.