Rafael Santandreu, en su libro Nada es terrible. La filosofía de los más
fuertes y felices, dice que “si nos paramos unos minutos a reflexionar
sobre lo que acontece cada día nos vamos a dar cuenta de qué parte del día
disfrutamos y qué parte del día no disfrutamos y pasa sin más”. Tiene parte de
razón, cuando se refiere más adelante a lo que él denomina “la bolsa del
disfrute”, que no es otra cosa más que aprender a vivir llenando una bolsa
virtual de actividades gratificantes y geniales. Porque esta bolsa “es lo que te va a poner bien”.