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domingo, 29 de abril de 2007

Conclusiones y comentarios al transito de la escuela al mundo laboral


Mientras que los jóvenes en Alemania están satisfechos de contar con una vía de tránsito de la escuela al mundo laboral (la formación profesional dual), no podemos decir lo mismo en España. Nuestros jóvenes no están satisfechos con la formación profesional, como vía adecuada para facilitar la inserción laboral. En este sentido, coincidimos con los datos de la encuesta del INE (ETEFIL-2005), que sobre una muestra de 45.100 jóvenes, nos está indicando que se debe incrementar el número de jóvenes que completan estudios postobligatorios, al tiempo que se debe mejorar la proporción de los que hacen formación profesional sobre los que estudian bachillerato o Universidad, así como elevar la formación continua. 



Si queremos llegar a los indicadores de los objetivos de Lisboa para el 2010: con al menos una población del 12,4 % que participe en formación continua de 25-64 años (nos encontramos con un 5,8 %), un abandono escolar no superior al 10 % (contamos con un 30,4 %), y una población con al menos educación secundaria postobligatoria completa del 85 por ciento, y que nos encontramos con un 63,4 por ciento.
La política de formación y empleo que ha llevado a acabo desde el año 85 hasta la actualidad el Ministerio de Trabajo, a través de su Programa “estrella”, las Escuela Taller, está consiguiendo situarse como uno de los mejores Programas europeos para que los “jóvenes sin cualificación” puedan situarse en buenas condiciones dentro del mundo laboral. Miles de jóvenes, han pasado de ser “los del fracaso escolar” a tener un oficio digno y estar trabajado, al tiempo que obtienen el Certificado del Graduado en Secundaria, e incluso vuelven a la Enseñanza, a los ciclos medios de la FP.Sin duda alguna, estamos totalmente de acuerdo con la afirmación de hablar “mas bien de transiciones para reflejar el fraccionamiento del proceso”, como indica la profesora Maria Antonia carbonero. Al mismo tiempo, también corroboramos la combinación, que señala la autora, de temporalidad, con la escasa remuneración y dificultad en la vivienda, junto a la prevalencia del esquema tradicional de emancipación en nuestro País. Todo ello, conduce a una prolongación en la permanencia de los jóvenes en casa de los padres y retraso en la edad de emancipación, que altera de alguna manera la transición también “a la vida adulta entendida como independencia económica y del hogar..”. Y va a alterar la incorporación del joven al mundo laboral, fraccionando su incorporación. En este sentido, volvemos al Programa de Escuelas Taller, como una herramienta plena, llena de posibilidades para que el joven pueda dar el salto, como algunos de nosotros hemos podido comprobar trascurrido los dos años de formación, y tras aprender los oficios, colocarse en una empresa y plantearse siquiera la emancipación. También somos conscientes de que estamos carentes de datos empíricos para que podamos corroborar esta afirmación.

Futuro prometedor

Los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo sobre los índices de inserción y los resultados de la participación en el Programa, no hacen mas que auguran un futuro prometedor, a pesar de que consideramos que todavía sigue siendo un desconocido para muchos jóvenes y por supuesto mas todavía para el sector empresarial.Queremos hacer mención a los recientes acuerdos de formación profesional, firmado por el Gobierno y los agentes sociales, en el que se considera que ha “llegado el momento, en la línea de lo establecido en Ley de las Cualificaciones y de la formación profesional, de integrar la formación ocupacional y la continua, orientadas ambas al empleo.” . Uno de los fines del sistema de formación para el empleo va a ser la empleabilidad de los trabajadores con el fin de potenciar su integración y reinserción ene el mercado de trabajo, especialmente de los que tienen graves dificultades de inserción laboral, entre los que se encuentran los jóvenes. Uno de los ejes para abordar la reforma va a ser la “existencia de un único marco normativo, regulador de un sistema de formación profesional para el empleo” que englobe ambos subsistemas. Esperamos con visos positivos esa nueva Ley de la Formación Profesional que esperamos salga antes de finalizar el año.

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