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domingo, 4 de marzo de 2012

La manipulación y la culpabilidad

Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. También podemos decir que es la influencia ejercida sobre la opinión o voluntad de una persona o grupo.

Partiendo de estas premisas es indignante ver de qué manera el Gobierno español a través de los medios manipula la información transformándola con el fin de hacer el mayor daño posible. Me refiero en concreto a las últimas declaraciones de varios cargos del gobierno y del partido popular sobre las manifestaciones de estos últimos días: Si hay un culpable, es el partido socialista que está avivando a las masas, a los ciudadanos para que salgan a la calle.
De ninguna manera se puede hacer responsables de los disturbios ocurridos durante las manifestaciones a los socialistas. Insisten distintos miembros del PP en decir que son los socialistas los que están alentando a que se produzcan incidentes en la calle. ¡Cómo se puede ser tan cínico y perversamente malvado! Aplican técnicas de manipulación para cargar sobre los socialistas todo lo negativo, todo lo malo que está ocurriendo en este país. Como declaraba la ministra de trabajo: nos han dejado una “herencia envenenada”. ¡Pero qué lenguaje tan impropio para una ministra!

El gobierno anterior habrá cometido errores y seguro que hay cosas que no están bien hechas. Pero las descalificaciones que están recibiendo actualmente, solo tienen un objetivo: crear tensión y alentar el fantasma de las dos España que parecía había desaparecido. Hablemos claro: Hablar de un legado envenenado es hablar de la oposición que durante casi ocho años han llevado a cabo los populares mientras los socialistas gobernaban. Ni un solo pacto de Estado, en tareas tan importantes como terrorismo o en el empleo. No estaríamos en esta situación económica si el partido popular hubiera participado más en el bien común de la nación y menos en sus intereses partidistas. Su único objetivo era derrotar al partido socialista. Ahora, con la mayoría, lo que quieren es su exterminio.

La derecha española, en el gobierno de la nación y en la mayoría de las autonomías, (sobre todo en Madrid y en Valencia), maneja muy bien las estrategias de la manipulación. Me gustaría que dedicaran el mismo tiempo y lo hicieran con el mismo ímpetu a crear empleo para sacar a España del pozo que nos encontramos, en vez de estudiar y ver la forma de hundir a los socialistas.

Entre las estrategias de manipulación que señalaba Chomsky, la estrategia de la distracción permite comprender claramente los mecanismos de la derecha:

- crear un problema para después dar una solución: gracias a la crisis, se están recortando prestaciones sociales, se está desprestigiando todo lo público. Como solución ofrecen la privatización de la Sanidad, de la Educación.

- desviar la atención de los ciudadanos de los problemas reales, como el paroAhora bien, el problema que pueden crear puede llegar a tomar una envergadura tal que las soluciones sean dramáticas y peligrosas: recorte de las libertades, pérdida de prestaciones sociales, merma de la democracia, etc.

No saben perder los socialistas

Un comentario generalizado entre los populares, sus votantes y/o simpatizantes es que los socialistas no saben perder, por eso se han echado a la calle: es una reacción frente a su derrota en las urnas. Reitero lo dicho anteriormente, se trata de una nueva estrategia de manipulación por parte del gobierno de la nación que consiste, según Chomsky, en dirigirse al público (a los ciudadanos) como si fuesen criaturas de poca edad. El mensaje “los socialistas no saben perder” es un mensaje que cala y llega fácilmente. Además si encima lo repiten un día tras otro, al final los ciudadanos acaban creyéndoselo o al menos no lo cuestionan. Esta estrategia se llama manipulación por reiteración.

En la manipulación a través de los medios de comunicación, los informativos juegan un papel muy importante, como describe Ignacio Ramonet, profesor de la Sorbona en Paris, en su libro Cómo nos venden la moto. Los informativos y la comunicación tienden a confundirse. Señala Ramonet que “todo el sistema en las democracias catódicas se ha vuelto astuto e inteligente, totalmente capaz de manipular arteramente a los medios de comunicación y resistir sabiamente a su curiosidad”. Por ejemplo por medio de las encuestas, Ramonet indica que “los sondeos establecen una nueva forma de condicionamiento que nos influye sin hacerse notar, al recordarnos constantemente el deseo de la mayoría, nos sugiere que vayamos en la misma dirección”.

La manipulación a través de los medios es terrible, el informativo televisado, estructurado como una ficción - dice Ramonet - no está hecho para formar, sino para distraer; ya que la sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas (veinte por telediario) produce un doble efecto negativo de sobre información y desinformación.

Piensen por unos instantes en estas palabras recogidas de Ignacio Ramonet, especialista en Geopolítica y Estrategia internacional y consultor de la ONU.

Está claro y coincido totalmente con este profesor que querer informarse sin esfuerzo es una ilusión que tiene que ver con el “mito publicitario más que con la movilización cívica”. La información cansa, lo fácil es sentarse delante del televisor y tragárselo todo sin cuestionarse las cosas.

Para terminar, comparto con Ignacio Ramonet la existencia de tres poderes: poder económico, mediático y político. Cuando se poseen los dos primeros, Ramonet opina que “como bien ha demostrado en Italia el Sr. Berlusconi, hacerse con el poder político no es más que una formalidad”.

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