Los últimos datos de la European Anti-Poverty Network (EAPN), Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (2023) muestran que el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) disminuyó en España hasta el 26,0%. Unos 12,3 millones de personas están en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. Este valor supone un descenso de 1.8 puntos porcentuales respecto al año anterior, lo que significa que unas 840.000 personas han dejado de estar en situación de riesgo de pobreza en 2022. Supone la recuperación de la tasa a los valores previos a los años del COVID y una mejoría en 3,2 puntos porcentuales respecto al año con peor valor (2014: 29,2 %).
Me gustaría recordar que la tasa AROPE se mide a través de tres elementos: el riesgo de pobreza, la privación material severa (cuántas veces comen carne o pescado en un hogar, por ejemplo) y la baja intensidad del trabajo en los hogares (paro, medias jornadas, empleo precario, etc.).
Ese incremento de la tasa de pobreza severa que en 2013 se situaba en los tres millones de ciudadanos, diez años más tarde se sitúa en algo más de cuatro millones de ciudadanos. ¿Qué quiere decir eso? Significa que a pesar de que los índices de pobreza y exclusión social hayan disminuido, como hemos indicado anteriormente, los ciudadanos pobres son más pobres todavía. Creo sinceramente que merece un estudio con detenimiento para buscar los medios para atajarla, no solo por cumplir los objetivos de la Agenda 2030 sino como dice Adela Cortina (2017), por justicia: “El derecho a una vida sin pobreza es un derecho de las personas al que corresponde el deber de las sociedades de procurarles los medios para satisfacerlo.”
Una población que ha crecido el porcentaje de pobreza es la de mayores de 65 años son una subida de 1,2 puntos porcentuales (datos abril 2023 del INE). El nivel de formación es un factor a tener en cuenta, “cuando el grado alcanzado era la educación superior, dicha tasa se reducía al 14,1%.”. En relación a la actividad, siguiendo al INE el 55,7 % de los desempleados estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 16,5% de los ocupados y el 14 % de los jubilados. En cuanto a la nacionalidad, “el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza o exclusión social era del 21,9% españoles, del 39,6% para los extranjeros de la Unión europea (UE) y del 60,4 % para las personas cuya nacionalidad no era de un país de la UE.” (Datos abril 2023 del INE). Por su parte, el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED) subraya que en España los datos de Eurostat muestran que hay una diferencia de 10,9 puntos porcentuales entre la población en riesgo de pobreza y exclusión social de 16 años o más con discapacidad y quienes no la tienen. Desde el OED advierten que España el porcentaje de población de 16 años o más con discapacidad en riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en el 33 %, esto es, tres puntos más que la media europea.
¿Por qué es importante que hablemos de lo que está sucediendo en nuestro país sobre las personas que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social? Es evidente que los datos están ahí, la pobreza severa y la desigualdad territorial se incrementa. Es importante tratar el tema de la pobreza porque además de la carencia económica, como explica Cortina, hay una “falta de libertad, imposibilidad de llevar a cabo los planes de vida que una persona tenga razones para valorar.” La aporofobia no solo es el rechazo o el desprecio al pobre por ser pobre económicamente, sino también hay un rechazo social. Tenemos un problema muy serio que resolver y tenemos que hablar de la pobreza. ¿Estos días de campaña electoral cuántos partidos políticos han hablado de pobreza?
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